Protección de recursos en perros

Multitud de personas se encuentran con el problema de que su perro les gruñe e incluso les ha agredido en algún momento. Es duro que te ataque un perro desconocido, pero lo es mucho más si esto lo hace tu propio perro.

Algunos casos en los que se da esta situación es cuando el perro tiene cerca comida o juguetes, cuando alguna persona de casa toca su cama, si se le intenta bajar del sofá, etc.

¿Qué cosas hacer y cuáles evitar?

Lo primero que tenemos que tener en cuenta en casos de agresión es que es fundamental contactar con un profesional. Se puede optar por un adiestrador, educador canino o etólogo. Pero es importante que sea una persona con buenos conocimientos y experiencia.

Solo con la ayuda de este profesional se podrá trabajar correctamente el problema de comportamiento para finalmente solucionarlo. Pero recomendamos evitar intentarlo solucionar por cuenta propia, lo cual es muy común, ya que en la mayoría de los casos se suele empeorar el problema.

También desaconsejamos seguir las recomendaciones de las personas que participan en grupos de Facebook o foros. No tienen los datos suficientes sobre tu caso en concreto para poder opinar con propiedad, y la mayoría de las veces también carecen de la formación necesaria. Seguir sus  consejos pueden provocar una agresión.

Un error habitual que cometen muchas personas es intentar quitarle aquello que el perro protege mediante el uso de una escoba o una raqueta. Esto lo único que hace es potenciar la agresividad de tu perro, así que también lo desaconsejamos.

Causas por las que tu perro muestra agresividad

Es importante pararse a reflexionar por qué tu perro puede mostrar agresividad, ya que solo de esta manera podrás ponerle solución. Trabajar con un profesional te será de mucha ayuda para poder averiguar cuál es la causa origen.

De todas maneras aquí tienes algunas posibles causas que pueden haberte llevado a esta situación.

Ser incoherente en la relación es una de ellas. Muchas personas mantienen con su perro una relación basada en la incoherencia y esto lo único que fomenta es la desconfianza. Un ejemplo claro es cuando un día premias a tu perro por hacer algo, por ejemplo subirse al sofá, y otro día te enfadas y le gritas por hacer lo mismo.

La incoherencia lleva a la desconfianza. Así que esfuérzate por mantener una relación clara y coherente con tu perro si no quieres que suceda esto.

Otro motivo es quitarle siempre cualquier recurso que tenga. Muchas personas hacen esto basándose en la teoría de que su perro debería tolerar cualquier cosa que ellos hagan.

Esto es peligro, porque puede incitar al abuso ya que ningún ser vivo tiene por qué tolerar todo. Está bien trabajar que tu perro acepte la manipulación y puedas quitarle alguna cosa que tenga. Pero llevarlo al extremo puede provocar agresión que es justo lo que se pretendía evitar.

Altos niveles de estrés también pueden influir en que tu perro reaccione de forma muy desmesurada y agreda en situaciones en las que no es normal que lo haga. Por tanto ten en cuenta mantener a tu perro lo mejor emocionalmente y que tenga momentos relajantes para evitar que lo niveles de estrés se disparen.

Si cuidas todos estos puntos seguro que notas mejoría en el comportamiento de tu perro. Pero recuerdo que si el problema ya está instaurado es fundamental que busques ayuda profesional.